Donde Anidan Los Sueños

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Donde anidan los sueños....
RECORDAR QUE EL AMOR ES EFÍMERO
QUE LA NOSTALGIA SE APODERA DE NUESTRO CORAZÓN
PERO LOS SUEÑOS PERMANECEN
EN LO MÁS RECÓNDITO DE NUESTRA ALMA
AQUELLA ESENCIA QUE SENTIMOS AL ALZAR LA MIRADA
EN LA POESÍA
ADENTRAROS EN MI MUNDO
DESCUBRID LA BELLEZA DE LA PASIÓN.
Elvira Mariano D Ambrosio

sábado, 3 de diciembre de 2011

Sueños Escondidos

Rayos de luz
Emergen por mi ventana
Buscando anhelos perdidos
En el alba

Sueños escondidos de noches estrelladas
Buscando el aliento del amor que pasa
Recogiendo pedazos de cielo
Buscando sonrisas apagadas

Es la esencia de mi alma
Que prisionera se siente
Después del alba



Podrías ser tú



-El ansia de matar cada vez es más fuerte. En las calles el silencio es aterrador, despertando en mí el ansia de poder acometer mis crímenes más atroces- .
-En un parque cercano se respira el aire fresco, las risas de unos transeúntes me llaman la atención-
-Ojala pudiera reír, había olvidado lo que se sentía, el placer de desahogarse en compañía-.
-No eran mi objetivo en aquel momento -.
-Me adentré hacia las afueras y es como si el destino me lo hubiera puesto en bandeja-.
-Era una chica de lo más atractiva, se insinuaba descaradamente,
pavoneándose delante de mí-.
-Sus miedos más internos salieron a flote. 
Mis delirios eran cada vez más intensos, con una sed de venganza aterradora, con sangre fría la apuñalé repetidas veces hasta que sus brazos quedaron descolgados completamente-.
Tenía que deshacerme del cuerpo, así que lo arrastré hacia un lago cercano y dejé que su cuerpo se hundiera-.
- Sentí una gran satisfacción., una paz inexplicable como cuando te has atiborrado de algo con placer, sabroso, mordaz, las gotas de sangre que afloraban en mi camisa y aquel sabor dulce de muerte, me relajaba, me apetecía seguir matando-.
-.Mi infancia no fue nada fácil, los devaneos de mi madre
Hurgaron en mí como pesos que oprimían mis pensamientos-.
-Era una mujer extremadamente bella, sus artes maquiavélicas le habían acompañado hasta el fin de sus días-
-Mi infancia estuvo llena de altibajos, hasta incluso palizas que me propinaban los amantes de mi madre-.
-Desde entonces mi afán en la vida era destruir todo lo que se cruzara en mi camino, sin importarme lo más mínimo aquellas personas-.
-NO, no debo pensar en mami…
- No descansaré hasta que mis ideas se aclaren, estoy confuso, perdido-.
- No puedo volver a aquel lugar, tantos médicos con batas blancas y aquellas descargas eléctricas que recorrían mi cuerpo, golpeándome sin parar, sin piedad-.
-Te daré la opción a que descubras esta trama Detective, necesito de tu perseverancia e inteligencia y suspicacia-.
-Sí, fiel amigo, así te veo como un amigo lejano, compartiendo mis delirios y aspiraciones-.
-Lo dejo en tus manos, descúbreme y te Haré un regalo que no olvidaras….-
- Me conoces aunque aún no lo sabes, me encargaré de que lleguen a ti pruebas suficientes para llevarte ante mí, tal vez este enfermo, aunque es lo más probable-.
-Te he observado de cerca y realmente eres asombroso, guapo y sobre todo interesante, me fascinas, me gustaría ser como tú pero no es posible, ¿verdad?-.
-Bueno dejémonos de juegos, vayamos a lo que realmente importa, los asesinatos que aún tengo que cometer, quiero que seas el primero en descubrirlos, te lo pondré fácil-.
-Va siendo hora de que me retire a descansar, la noche ha sido muy dura la verdad, necesito reponer fuerzas-.
-He tenido un sueño extraño –
-No para de llover, no soporto el agua, empapa todo lo que toca, la humedad se cala en mis huesos-.
-He de darme prisa, me están esperando en un bar cercano, no puedo retrasarme, será alguna cosa importante lo que me tienen que decir.-
-Buenos días:- Detective le hemos citado aquí porque se ha cometido un atroz asesinato cerca de aquí, hemos encontrado una mujer en el lago-.
- Es una chica de unos veinte años, se habían ensañado con ella cruelmente, tantas puñaladas que murió desangrada.-
-¿Quién podía haber hecho algo así? Tan cruel, tan inhumano, algún loco tal vez-.
- Tendría que averiguarlo, pero no había ninguna pista ¿por dónde empezaría? así que observe minuciosamente el cuerpo -.
- Y entre las uñas encontré un trozo de hilo de color negro una especie de franela, no era nada, pero para empezar hasta las cosas mas minuciosas pueden ser de utilidad en estos casos-.
- Creo que me enfrento a alguien muy suspicaz e inteligente-.
- Ya es de noche, la luna llena ilumina el paraje, sus rayos atravesando el cielo, recordándome que tengo que ir a descansar, el día ha sido muy duro-.
-El aroma del café penetra en mí, una taza caliente antes de ir a dormir me sentará bien-.
- Pensemos, el asesino la apuñala repetidas veces hasta matarla, siente un placer inmenso al hacerlo, se denota por su manera de cometer el homicidio-.
-Su rabia innata es una pista aunque no lo parezca-.
Encendió un cigarrillo y la nostalgia de tiempos pasados retumbaba en sus pensamientos –
-Qué sueño mas extraño, iba paseando por la ladera y de pronto alguien se me acercaba sigilosamente, oía sus pasos y de repente me apuñalaba repetidas veces, no veía su rostro, tan solo su ansia de matar-.
- Salté de la cama y me puse a desayunar tostadas con mantequilla y el café con leche, como solía hacer desde temprana edad-.
-Vamos Detective, será un día interesante, no lo dudes-.
Se dirigió al lago y dejó una pista para el Detective, un anillo grabado con sus iniciales y una nota, sabía que él seguiría investigando hasta dar con él.
-Mis pasos son firmes y silenciosos, necesito desahogarme, delante de mí tengo la respuesta-.
-Señorita se le ha caído el pañuelo-.
-Gracias por recogerlo, es usted muy amable-.
-Tengo que matarla para calmar mi sed, sí Detective, una sed desproporcionada-.
-Hundí el filo de la navaja en su yugular tan lentamente que parecía una muñeca de cera, su corazón dejó de latir y sentí una liberación inmensa, un placer que devoraba mis instintos más primitivos.-
- Espero que tengas bastante trabajo por ahora amigo mío.-
- Recuerdo cuando mi madre me abrazaba, cuando era muy pequeño, sentía su corazón palpitar cerca del mío, era una sensación agradable que nunca mas experimenté.-
-No, no debo pensar en mami……..
- Te cuento esto querido, para que lo guardes celosamente y te acuerdes de mí-.
Unos pensamientos lejanos que no lograba alcanzar ni entender.
-Bueno me pondré en marcha, tengo que volver al lago, tal vez se me ha pasado algo por alto-.
-¿Qué tenemos?-.
-Sí, hemos peinado la zona de los alrededores y hemos encontrado un anillo con las iniciales…ED.…-.
-¡Ah! y una nota dirigida a usted.-
- Gracias Capitán-.
-Me quedé atónito, la nota se refería a otro asesinato que se había cometido muy cerca del lago, con detalles muy minuciosos.-
- Y referente al anillo aquellas iníciales me eran familiares-.
- Creí tener algo sólido, un lugar, un hecho, un sospechoso-.
- Me dirigí al lugar un poco lejos de mi zona, pero sabia que la respuesta a mis preguntas estaba muy cerca de ser resuelta-.
Era un lugar abandonado en las afueras, pero muy acogedor, se respiraba un aire fresco y allí estaba una de las pistas que el asesino me había dejado, era una camisa de franela.
Su primer sospechoso era un hombre de mediana edad, tal vez de unos cincuenta años, alguien al que conocía.
Tenía que volver al lago, algo se le escapaba, aunque con las tres pistas tenía la certeza de estar muy cerca de él.
-Mis pensamientos se desbordaban, no podía controlarlos, era mi trabajo, tantos años a favor de la justicia, que no me quedaba tiempo para relacionarme con el sexo opuesto-.
Y aquello repercutía en su trabajo, no era aquel Detective de antaño, los años se le habían venido encima y su afán de protagonismo ya no surgía el mismo efecto ante sus compañeros.
De camino al lago desvió su mirada hacia unos chicos que estaban sentados en un banco del parque.
Volvieron a su cabeza pensamientos de felicidad, de juventud, algo que había perdido con los años, la nostalgia de la pubertad.
No era el momento de reflexiones, tenía que resolver dos casos y a este paso no acabaría nunca.
El lago estaba tranquilo y en los alrededores no había nada peculiar, así que sus pasos firmes los dirigió hacia los alrededores, donde se había cometido el segundo asesinato.
Una vez allí no vio nada que le diera ninguna pista, ¿Qué pasaba? ¿Que el asesino se burlaba de él?
-No creas que esto quedará así, te cogeré y cuando lo haga, pagarás por todos tus crímenes, no saldrás en años, de eso me encargo personalmente, no se lo que piensas pero deja de jugar conmigo de una puñetera vez-.
-Necesito descansar, es hora que me retire a dormir, mañana será otro día muy largo, la verdad, espero dar contigo-.
-No se porque me viene a la cabeza mi madre, pobre, que en paz descanse, era una gran señora y la admiraba, la quería con todas mis fuerzas, la lástima es que murió cuando era muy pequeño, hay cosas que se me escapan, que no recuerdo, en fin es muy tarde, ya pensaré mañana-.
-Pero tú, seas quién seas, nos veremos las caras, no lo dudes, no quiero pensar más, necesito dormir, dormir, dormir……………-.
Mientras nuestro Detective duerme plácidamente, nuestro asesino está maquinando como volver a matar, aquella ansia le embarga, es una sed desproporcionada, un afán de ser el número uno, el más ruin y despreciable del género humano.
Pero lo que no sabe, es que su querido amigo el Detective, es muy listo y suspicaz y que lo atrapará en su propio lugar donde está protegido de si mismo, de sus delirios y aires de grandeza.
-Siempre los mismos pensamientos, mami…….-
¿Cuándo dejarán de atormentarme estos pensamientos?…. Parad….Parad……-
-Es hora de acabar este pequeño diario, es para tí, para que cuando lo leas, seas lo suficientemente hombre para atraparme, te dejaré bien anotado, dónde encontrarme amigo mío-.
-¿Te gusta sentir el miedo? me refiero ese miedo a ti mismo, a tus pensamientos y hechos, a encontrarte como realmente eres o te ven los demás, sí amigo, no podemos escapar de lo que somos por mucho que lo intentemos, el destino se encargá de poner a cada uno en su lugar y tu mereces lo peor-.
-Me encontrarás muy cerca de donde vives, ya veras que fácil-.
-Me siento tan libre como un pájaro que puede volar kilómetros sin estrellarse contra nada y que nada ni nadie es más que yo-.
-Sabes, nací hace unos cincuenta años y me siento orgulloso de como soy aunque parezca lo contrario la gente me aprecia Detective y tú me conoces muy bien-.
-Vamos a lo que vamos, porque lo he hecho por afán de protagonismo, tu sabes muy bien lo que significa, toda tu vida te has dedicado a enseñarle a los demás lo que eres, lo que has trabajado, a ver si es verdad todo esto, demuéstralo-.
-Este diario te dirá de mí, de mi forma de ser y actuar, espero que seas lo más inteligente posible amigo mío-.
-Cuando tengas el diario en mano, comprenderás muchas cosas, la amnesia no puede durar toda la vida, se te despejarán muchas incógnitas-.

Se dirigió al primer lugar donde asesinó a la primera victima y minuciosamente dejó el diario, para que lo encontrara el Detective.
Con pasos firmes, se alejó del lugar sin ningún remordimiento, lo que había hecho para él era algo que tenía que hacer, su mente enfermiza descansaría por unos segundos y sus ideas de seguir matando le retumbaban sin parar.
Ahora sólo faltaba esperar a que su fiel amigo volviera al lago y encontrara el diario que le llevaría a averiguar algo que le dejaría atónito.
Las suelas de sus zapatos resbalaban como pegándose en el asfalto, un asfalto que había recorrido muchas veces para cometer sus atroces crímenes.
En su mente aparecían escenas peculiares de tiempos pasados y se recreaba en sus pensamientos, pensamientos de un enfermo que tenía que estar encerrado de por vida.
-Ya he acabado amigo mío por hoy, mañana será otro día, espero que resuelvas este enigma cuanto antes, por tu propio bien-.
-He de descansar, no puedo más, estoy derrotado por las circunstancias, necesito de ti, mami-.
-No, no debo pensar en Mami…..-.
Las ideas y pensamientos se mezclan en su cabeza como una explosión que retumba sin cesar y le hace perder el control de todas las situaciones en las que se encuentra.
-Hora de dormir, espero tener buenos sueños y escapar de mi mismo mientras duermo y cuando despierte, seguramente Detective habrás averiguado quién soy-.
-Date prisa amigo mío, no queda mucho tiempo, estoy deseando volver a sentir tu miedo-.
-Una taza de café me sentara bien antes de empezar a indagar sobre los dos asesinatos, aunque me parece, que será un buen día para dar con el asesino, tengo una corazonada, es como si lo hubiera soñado, me parece tan familiar……-
- En fin, pongámonos en marcha-.
Lo que no sabía es que lo que le esperaba, era una pista de lo más sabrosa, exquisita para el paladar más refinado.
Por el camino se encontró con un viejo amigo de la infancia, habían compartido secretos y chismes de lo más suspicaces y ahora después de tantos años la añoranza afloró en él.
-¿Qué tal, viejo amigo?-.
-¿Cómo te van las cosas?-.
-De aquella manera, ya me conoces, sigo siendo un despistado patológico, pero en fin, lograste ser poli por lo que me han contado, un trabajo excitante ¿Verdad?-.
-Sí cierto excitante, me dirigía a investigar un asesinato-.
-¡Qué emocionante!, ¿puedo acompañarte?, Sino es molestia-.
-Desde luego, no faltaba más-.
Sus pasos firmes le llevaron hasta cerca del lago y en un rincón de la maleza se hallaba el diario.
-Mira me has dado suerte, una nueva pista y ésta me llevará directamente al asesino-.
-Ábrelo a ver que pone-.
-Muy interesante la verdad -.
-Estoy en ascuas-.
-Lo siento amigo mío, pero son pruebas contundentes que me llevan directamente al asesino y no es prudente que te las enseñe-.
-Desde luego, tú sabrás como hacer tu trabajo, es confidencial-.
-Bueno, ¿Por qué no nos reunimos algún día? y charlamos del pasado, será bonito recordar todo aquello de antaño-.
-Sí, pero ahora quiero enseñarte un cosa que te va a interesar-.
-¿De qué se trata?-.
-No te impacientes ya lo verás, será la culminación de mi ansia, un ansia que llevo dentro de mí, que me cuesta mucho saciar-.
-Me estas asustando-.
-¿Recuerdas, cuando éramos pequeños que siempre quería ser el protagonista?, pues es cierto-.
Que nada es lo que parece amigo mío, nada, ¿te acuerdas de mi madre?, tan servicial con todo el mundo, tan perfecta, tan simpática, di ¿te acuerdas?-.
- Pues la verdad que sí, era una dama de lo más elegante y simpática-.
-¿Eso crees?-.
-¡Ingenuo!, os tenía a todos engañados, era una fulana, me maltrataba psicológicamente y sus amantes me propinaban palizas brutales-.
-Y ahora no hablemos más de mami…..Querido amigo-.
-¿Qué vas a hacer?......No, por favor déjame vivir-.
Le apuñaló repetidas veces y la sangre chapoteaba sin parar, no sería su último asesinato, aún quedaba mucho por hacer.
Aquellos años con doble personalidad, aquel afán de poder y de aniquilación, todo aquello era fruto de una mente enfermiza, por una vez en su vida se sentía liberado.
-¿Verdad mami?….tú me enseñaste a ser un asesino voraz y despiadado, me acabo de encontrar, gracias mami…..-.


                                                                           Elvira Mariano D´Ambrosio.

Poemas A Pablo Neuda

Poemas A Pablo Neuda
Gracias por tener el placer de haber contribuido a este homenaje A Pablo Neruda

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Antología de mis poesías

El Diván de la nostalgia

El Gran Cultivador

El Gran Cultivador
Autor :Jordi Matamoros Sanchez

EL SUEÑO

Una magia desconocida para mi,

note como se me erizaban mis sentidos,

Era el mundo de los sueños.

De repente note como si me desplazara

a otro lugar, un lugar en el que jamas

habia estado.

Era una pequeña casa lejos de todo.

Donde resoplaba el viento suavemente.

No sentia miedo sino una especie de latido

que me recorria el cuerpo.

Delante de mi habia un arbol centenario

en el cual se escuchaban voces lejanas.

Como si de un cuento se tratara, en el que

estaba sumergida.

Habia un lago a lo lejos donde miles de hadas

Bailaban jugaban.

Era maravilloso era excepcional.

Decidi adentrarme en aquel lago

y me di cuenta que habia alguien

al otro lado.

Era alguien que conoci en otro tiempo

Alguien al que recordaba con cariño.

Donde habia ido a parar?

A un lugar donde viajaremos todos sin

Excepcion.

Era mi padre aquel ser al que habia amado

con todas mis fuerzas.

Me miro y note que me habia reconocido.

Desperte de aquel sueño y todavía aun

Lo recuerdo como si fuese ayer.

Archivo del blog

El Desvan


Note que se me estremecía el alma, ante aquel ser perfecto.

Como salido de un cuento de hadas.

Me miro con sus ojos almendrados de un azul deslumbrante

Penetrando en mí como una lanza.

Sentí como mi corazón palpitaba sin cesar, cerré los ojos y ya no estaba cuando alce la mirada de nuevo.

Me preguntaba donde había ido tan sutil, Tan bello.

Estaba soñando o tal vez no era un sueño.

Como averiguarlo.

Le buscaría ese era ahora mi objetivo encontrarle, aunque tuviera de recorrer el mundo entero.

Pero donde buscarle no sabia por donde empezar.

Por la mañana tendría de salir urgentemente a casa de mi anciana abuela.

Hacia años que no la visitaba aunque no me lo tenía en cuenta sentía la nostalgia del pasado dentro de mí.

Un pasado que volvía para recordarme a mis padres, aquellos seres maravillosos que por desgracia ya no estaban, un accidente de tráfico acabo con ellos.

Por fin vería a mi abuela, tan sutil, tan amable, había sido una mujer muy bella y aun lo seguía siendo, a pesar de los años que tenía.

Después de un largo camino la tenia delante de mí, me sonrío y me hizo pasar al salón.

-Abuela: Cuanto tiempo mi amor sin venir a visitar a tu anciana abuela ¿Cómo Estas?-.

- Muy bien abuela disculpa por haber dejado de venir a verte ya sabes me trae muchos recuerdos este lugar-.

-Abuela; Le comprendo hija-.

-Abuela; Pero siéntate ¿quieres una taza de te?-.

-Si abuela te lo agradecería-.

Seguía absorta en sus pensamientos, mirando la casa, aquel salón que le retornaba a su infancia.

Una infancia plagada de sentimientos, risas y sobre todo juego.

Recordaba aquel columpio que tantas veces había utilizado.

Como golpeaban sus pies en el suelo y rebotaban con un ruido peculiar contra el suelo.

Era hora de descansar el viaje había sido muy largo y María, necesitaba coger fuerzas para afrontar todo lo que le sucedería.

La noche era fría mas de lo habitual y se oían a lo lejos ruidos que hacían que María no lograra conciliar el sueño.

Se incorporo de un sobresalto, recogió su pelo, su hermoso cabello de color como el oro , se miraba en el espejo y noto como los años iban dejando huella en su rostro, aunque aun era joven tendría de aprovechar el tiempo.

Decidió salir al jardín y exhausta con sus pensamiento percibio unas pisadas, le entro el pánico y corrió hacia la casa, donde al acercarse a la puerta estaba su abuela de pie mirándola extrañada.

-Abuela; ¿Que te pasa?-.

-Abuela; A que viene esta desesperación-.

-No podía dormir abuela y he oído unas pisadas extrañas hay fuera-.

Abuela; Vamos, Vamos a la cama, son imaginaciones tuyas.

Se fue sin rechistar hacia la habitación una habitación un poco tétrica, antigua con los muebles comidos por la carcoma.

Mañana Será otro DIA pensó y entre pensamiento y pensamiento logro conciliar el sueño.

Recordaba un viejo desván pero no exactamente el lugar preciso donde se hallaba.

-Hora de desayunar, vamos que sino no llegaremos-.

- A donde hemos de ir, me gusta la tranquilidad-.

-Abuela: Ya lo veras te hará ilusión confía en mi-.

Que le había preparado su abuela era un misterio.

Salieron a toda prisa de la casa y se dirigieron a un lugar donde resoplaba el viento y los pájaros cantaban hermosas melodías, un lago a lo lejos le hizo recordar su pasado.

Se sentó junto a su abuela en un banco de madera y mirando hacia el suelo veía como las hojas rechinaban al pisarlas, sintió un escalofrío que le inundo todo su ser.

Al alzar la mirada esta el delante de ella como una estatua de marfil, Tan bello, tan efímero, que se asusto.

-¿Quien eres?-.

Pero no obtuvo contestación.

Se esfumo al igual que había aparecido, que extraño era todo aquello.

-Abuela, quien era ese chico tan perfecto que estaba mirándonos-.

-A quien te refieres no he visto a nadie, es que acaso tienes fiebre-.

-Le he visto, no lo dudaría ni un momento, no estoy loca sabes, aunque un poco absorta en mis pensamientos, Será eso-.

No dudaba de su cordura pero lo había visto dos veces en su Vida ¿era una coincidencia?, ¿tendría relación con su abuela? se hacia tantas preguntas que tendría que averiguar que pasaba.

Al llegar la noche decidió salir de nuevo al patio, haber que le deparaba la noche, una de aquellas noches nítidas, despejadas,

Se sentó en el columpio como tantas veces había hecho de niña, dejando volar su imaginación.

Siempre había tenido una imaginación fuera de lo normal, decían que había sido una niña soñadora y no se equivocaban, tal vez era fruto de su imaginación, pero no era el caso, esta vez era real.

Recordó donde se encontraba aquel desván apartado de la casa, tan solo tenia de seguir su intuición, que nunca le había fallado.

Entro suavemente arrastrando sus pequeños pies, para no hacer el mínimo ruido, que se escondía en aquel lugar.

Eran de madera sus paredes, hasta aquel baúl que relucía a lo lejos que escondería, tenia un candado, pero donde se hallaría la llave, tendría de encontrarla, tal vez ahí estaban las respuestas a sus preguntas.

Sintió un escalofrío por su cuello, no se atreve a girarse es como si en aquel lugar, se hallara algo que reconocía, aquel olor le era familiar.

Era un olor suave perfumado de antaño, irreconocible.

Presa del pánico corre hacia la casa, asustada, pero tendrá de disimular delante de su abuela, no será nada fácil.

Lentamente con paso seguro entra en la casa y se dirige a su habitación, tiene que pensar donde hallar la llave del baúl.

Pensó donde hallarla tal vez esta escondida en un sitio seguro y tal vez su Abuela tenia una noción de ello.

Cuando su abuela se fue a dormir, sigilosamente bajo por la escalera lentamente para no despertar sospecha.

Se dirigió a la puerta de entrada y salio al patio.

No sabía por donde empezar y de pronto se le ocurrió que podía estar debajo de aquel columpio de madera, que tantas veces se había columpiado.

Escarbo en la tierra y por fin hallo la llave que tenía una inscripción: No abras el Candado.

Corriendo salio de aquel lugar y se dirigió al desván para abrir el candado que poseía el baúl.

Le temblaba las manos y de repente esta detrás de ella su abuela, mirándola fijamente.

-¿Qué crees que estas haciendo?-.

-Abuela nada tan solo tenia curiosidad por saber que se esconde en este viejo baúl-.

-Esto no te incumbe respondió la abuela con un aire de superioridad-.

Salio del desván a toda prisa asustada ante los acontecimientos porque su abuela actuaba así, que escondía tenía de averiguarlo, pero no era el momento, buscaría el momento apropiado.

Corrió hacia su habitación presa del pánico y cerro el pestillo golpeando sin cesar la puerta la abuela, desde el otro lado le dijo unas palabras un poco extrañas.

- Que crees que haces, rebuscar entre mis cosas, mis cosas son mías y no debes volver al desván están son mis reglas si decides quedarte a vivir aquí-.

No musito palabra solo un suspiro se escapo de sus labios.

No entendía la actitud de su abuela pero lograría dar con la verdad.

-¿María? -

- Si abuela-

Que quería su abuela después de lo que sucedió la noche pasada un escalofrío recorrió su cuerpo.

-Ya voy abuela espera que me vista- Será un momento-.

Bajo las escaleras de dos en dos y se dirigió al salón donde estaba su abuela.

-Abuela disculpa no quería hurgar entre tus cosas pero tengo curiosidad por saber que hay en el baúl-.

-Me enfade un poco la verdad pero quiero que me prometas que seguirás al pie de la letra mis indicaciones, sino de lo contrario habrás de abandonar esta casa-.

No entendía aquellas palabras, lo que había en ese baúl tenia de ser un secreto muy importante para que su abuela no lo compartiera con ella.

No se quedaría quieta ahora mas que nunca tenía que indagar.

Espero a que la abuela fuera a dar un paseo como solía hacer y ella aprovecharía para encontrar la llave y por fin abrir el baúl.

- Voy a salir no tardare mucho-.

Era el momento de ir a la habitación de la abuela a buscar la llave, abrió los cajones uno por uno y no la hallo.

Maldita sea ¿donde estará esa maldita llave?

Seguro que la lleva encima vaya desastre ahora que puedo hacer.

Sintió como se abría la puerta de entrada, era su abuela que volvía del paseo.

Abuela ya estas aquí que pronto has venido, estarás cansada porque no te estiras un rato mientras te preparo el baño.

La abuela asintió con la cabeza y se retiro a sus aposentos a la espera de aquel baño gratificante.

Se quedo exhausta después del paseo matinal, donde Maria aprovecho para coger la llave.

Sigilosamente entro en la habitación, donde su abuela estaba dormida y lentamente introdujo su mano en la fina bata.

Salio a toda prisa y se dirigió al desván.

Era el momento de abrir el baúl, giro la llave lentamente y cual fue su sorpresa cuando descubrió lo que había ocultado el baúl tantos años.

Era la fotografía de aquel ser perfecto que tan solo había visto un par de veces, pero que significaba, no encontraba explicación.

Recordó que su abuela en otro tiempo estuvo ausente del lugar, pero jamás se había imaginado que aquel baúl era de sus padres.

Tenía de desvelar que se trataba pero como lo haría, si su abuela no soltaría palabra, tenia que intentarlo, para saber la verdad, quien era ese ser que le incordiaba, que quería decirle.

Salio del desván y se dirigió al salón, su Abuela se había despertado se preguntaría donde estaba, incluso se percataría que la llave ya no la poseía.

Desde las escaleras la abuela se apoyo lentamente para no caer ya que era muy anciana y se dirigió al comedor donde estaba su nieta absorta en sus pensamientos.

- Y ese baño que ¿pasa con el?-.

-Abuela tengo algo importante que decirte el baño será mejor que espere-.

-Dime, me asusta lo que tengas que decirme-.

-Te lo diré sin vacilar, he abierto el baúl-.

-Que dices te tenia prohíbo terminantemente hacerlo-.

-Pues ahora es cuando me tendrás de dar una explicación, he encontrado la foto de ese chico, un desconocido para mi, pero supongo que para ti no, verdad abuela-.

-Creo que ha llegado el momento de decirte la verdad-.

-Ese chico pertenece al pasado, es de nuestra familia y por desgracia hace tiempo que nos dejo-.

-¿Quien era abuela?-

-Tu abuelo cuando era joven, tan bello, tan enigmático-.

-No entiendo nada, ¿porque se me aparece?-.

-No quería que lo superas de esta manera pero te lo diré, me estoy muriendo y quiere llevarme con el-.

-Esta esperando mi último aliento, aquellas pisadas esos golpes esas apariciones todo esta relacionado-.

-Abuela te quiero mucho, no quiero que desaparezcas de mi vida tan pronto, me quedare sola en la vida y me produce una gran tristeza-.

Las lágrimas resbalaban por sus mejillas no podía contenerlas.

No llores es ley de vida cariño mas tenemos la certeza de que existe algo mas maravilloso en otro lugar.

Abrazo a su abuela como si aquel fuese el último momento.

- Será mejor que demos un paseo no te parece, iremos al lago donde tantas veces me hablaba de amor y veras las cosas de forma diferente-.

Se encaminaron hacia el lago y de nuevo estaba el delante de ellas con una luz muy intensa y dijo - gracias por estar con tu abuela en este instante, ha de partir-.

La abuela se desvaneció y perdió la noción del tiempo, se sintió ligera como una nube y su viejo corazón dejo de latir.

-Abuela, abuela, pronuncio palabras de desesperación-, su abuela había muerto entre sus brazos, aquel ser bello, que era su abuelo la había venido a buscar no quedaban incógnitas era el final de un sueño, hecho realidad.

Levanto la mirada y vio como aquellas dos almas se volvían a reencontrar, les quedaba un largo camino para recordar su vida, aquella vida que fue truncada a su abuelo antes de tiempo.

Recordaría este momento mágico y triste el resto de su vida.